Acabábamos de llegar a Francia, Ricardo, Luna y yo. A los pocos meses de salir editada La nada cotidiana, Actes-Sud, 1995, el Festival de Literatura Etonnants Voyageurs en Saint-Malo, me invitó a dar una conferencia, a presentar La nada cotidiana, y a firmar libros. Durante todos estos años he participado en numerosas ocasiones de este Festival.
En la foto con mi hija Luna, pequeña, un año y medio. Detrás la tumba de Chateaubriand. Un gran amigo me recuerda la frase muy oportuna de Chateaubriand:
"Il faut être économe de son mépris étant donné le grand nombre de nécessiteux".
Trad: "Hay que saber economizar el desprecio, dado el gran número de necesitados".
Chateaubriand.
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